La «joie de vivre»
Sus gentes tienen un ritmo y una actitud que me recuerda lo que los franceses llaman la «joie de vivre». Hospitalidad, serenidad, lentitud. Te hablan con una tranquilidad y una serenidad, parece incluso que piensen en aquello que están diciendo y también en lo que van a añadir a continuación. Te reciben con una sonrisa y con palabras amables, pero no me refiero a los amigos, qué menos, sino a cualquiera con quien entables conversación.
El Golden Gate
Imponente. Está a todas horas plagado de turistas, pero no por ello pierde su presencia ni su dignidad. ¡Tú sí que vales!