Boston
Cuando consigues salir de la trituradora que es NY y llegas a Boston… has llegado a la ciudad tranquila, aún metiéndote en el barullo de un partido de beisbol de los héroes locales: los Red Sox.
Boston tiene clase, es sencilla y acomodada. Silenciosa. Calmada. Soleada. Aireada. Buff, ya tenía yo ganas de retomar un ritmo humano.
Needham
Needham es amistad. Es sentirse como en casa, acogido y atendido. Es bosque. Es madera. Es verano suave, y también comida picante. Es risas de niñas, y hombraditas de chicos. Es multilingüe y multicultural. Es libre.
Cape Cod, El Refugio
El Refugio es un paraíso, como tantos debe haber en la tierra, y tan pocos conocemos. Es un silencio hecho del sonido de los grillos y las cigarras, las pisadas en la hierba, las prisas de un conejo que se esconde tras unas matas, y el lento deslizarse de los cisnes en el lago. Durante el día, es una paz que estremece.
En la noche, la paz se torna pesadilla. Todo oscurece y los zombies se desperezan en el sótano. Las luces, aún apagadas, tintinean. Los fantasmas abandonan el altillo. La luna resplandece como el metal en los cristales de las ventanas. Donde hubo conejos aparecen ojos que acechan. Manadas de brujas cuajan el cielo con sus escobas voladoras. Los espíritus se balancean en las hamacas, alrededor del fuego improvisado.
Por suerte, tras la noche azarosa regresa el día, y todo el jolgorio nocturno se torna quietud. El sol brilla sobre los árboles. Vuelven las risas y los juegos.
Todo esto es El Refugio, en Cape Cod, todo esto y también el mejor final para nuestras vacaciones.
Volvemos a casa. Un beso grande para todos.
Lauritatelmo 