NY – Cómo viajar con amigos

Hemos encontrado la fórmula ideal para viajar en familia y con amigos, sin dejar de ser amigos. Os cuento:

Cada familia organiza el viaje por su cuenta, procurando que los hoteles estén cerca uno de otro, pero no juntos. Incluso cada familia va y regresa en días distintos. Y antes de irte de viaje dices: quedamos el martes en NY para cenar, en tu hotel a las 8h. Decir eso es un gustazo. ¿Cuántas veces has quedado con alguien para cenar en NY? Yo poquitas, la verdad.

Así lo hemos hecho con nuestros amigos Carlos, Nieves y Armand Segarra. Y ha estado genial.

Quedamos esa noche para cenar. Otra mañana quedamos para subir al Empire. Luego nos vimos para cenar. Al día siguiente fuimos juntos al Metropolitan. Luegos nos paseamos por el Central Park. Y así hicimos, nos vimos y nos desvimos a ratos. Nos recomendamos y nos desrecomendamos lugares y visitas.

¡Ah! Y una anécdota increíble -pero que debéis de creer, pues así fue-:

Nos despedimos una tarde en el Central Park. Besos y abrazos, que tengáis buen vuelo de regreso. Nos vemos en Vilassar, ya quedamos allí para ver fotos. Más besos y más abrazos. Y cada quién por su lado.

Dos horas más tarde, estábamos nosotros por Times Square, en medio de una maraña de gente que va y viene, cuando de repente ¡pasan por nuestro lado en sentido contrario al nuestro Carlos, Nieves y Armand! ¡Nos tiramos al cuello unos de otros! ¡Qué emoción encontrate así de sopetón con tus amigos en NY! Nos reímos, nos besamos y nos re-despedimos.

Al día siguiente por la mañana, cuando vamos de camino al Central Park… Nos volvemos a encontrar casualmente. ¡No puede ser! ¿Os imagináis lo que sigue, no? Gritos de alegría e incredulidad, risas, besos, abrazos y re-re-despedida.

A media tarde, cuando vamos por el Soho, uno de nosotros 4 mira la hora en el reloj… ¡Oh, ya no podemos volvernos a encontrar con ellos… su avión salía a esta hora para BCN! Sentimos un poco de morriña.

No me digáis que no es emocionante viajar así con los amigos.

Aquí estamos todos en el Metropolitan, y es que somos así de culturillas, ya se nos ve.